Cristalizado de suelos : Expertos en Mantenimiento de suelos en Barcelona
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El cristalizado de suelos es un proceso de pulido altamente eficaz que se basa en la aplicación de un líquido cristalizador sobre la superficie del pavimento, seguido del uso de una máquina rotativa con lana de acero. Este método produce una capa duradera, brillante y resistente que mejora tanto la estética como la funcionalidad del suelo. Aparte de otorgar un acabado impecable y de aspecto profesional, el cristalizado refuerza la resistencia del pavimento ante el tránsito intenso, protegiéndolo del desgaste y alargando su vida útil.
Es común confundir el cristalizado con el abrillantado de suelos, aunque ambas técnicas presentan diferencias significativas. El abrillantado se suele realizar en suelos de parquet, tarima o madera y se enfoca principalmente en devolver el brillo al suelo, siendo un proceso más rápido y económico. Por otro lado, el cristalizado se emplea en suelos de materiales calcáreos como el mármol, granito, terrazo y hormigón, y además de mejorar el brillo, incrementa la resistencia del suelo al desgaste. El cristalizado requiere más tiempo y técnicas especializadas, lo que lo convierte en una opción ideal para áreas de alto tráfico como hospitales, centros comerciales y aeropuertos.
El proceso de cristalización es relativamente sencillo, aunque requiere atención a cada paso para obtener resultados óptimos. Primero, es fundamental limpiar a fondo la superficie para eliminar cualquier suciedad o residuo que pueda interferir con el tratamiento. Una vez limpio y seco, se aplica el líquido cristalizador en pequeñas cantidades, distribuyéndolo de manera uniforme con una pulverizadora. A continuación, se utiliza la máquina rotativa con lana de acero, que genera fricción y calor, permitiendo que el líquido penetre en los poros del material y provoque el proceso químico que crea el brillo deseado. Tras el tratamiento, es esencial esperar entre 6 y 8 horas antes de limpiar el suelo para que el cristalizado surta efecto completo.
El principal beneficio del cristalizado, además de su apariencia impecable, es la capa protectora que forma sobre el pavimento. Esta capa actúa como barrera contra golpes, manchas y tráfico intenso, facilitando además la limpieza del suelo, ya que los pavimentos cristalizados requieren un mantenimiento mínimo. Bastará con una limpieza regular con aspirador o mopa, y ocasionalmente con agua y jabón. El cristalizado también puede repetirse sin dañar el suelo, lo que lo convierte en una solución práctica y duradera para mantener pavimentos en óptimas condiciones.
A la hora de elegir entre cristalizado o abrillantado, es importante considerar el material del suelo y el uso que se le da. Para suelos de hormigón, por ejemplo, el pulido es una opción más adecuada en áreas industriales, donde la resistencia y durabilidad son prioritarias debido al paso constante de maquinaria pesada. El pulido también reduce los costos de mantenimiento al sellar los poros del hormigón, y dependiendo del acabado elegido, puede ofrecer una apariencia reflectante que otorga una sensación de limpieza. Sin embargo, para suelos de mármol, terrazo o granito en entornos comerciales o residenciales, el cristalizado sigue siendo la opción más recomendada por su combinación de estética y resistencia.
Si tienes suelos de materiales calcáreos y buscas una solución para mejorar su aspecto y resistencia, el cristalizado es una excelente opción. Puedes realizar este proceso tantas veces como sea necesario sin dañar el pavimento subyacente, y su mantenimiento posterior es sencillo y económico. En definitiva, el cristalizado ofrece una solución duradera y eficaz para conservar tus suelos en perfecto estado. Si deseas más información sobre este tratamiento o sobre el pulido de hormigón, no dudes en contactar con nosotros a través de nuestros formularios.